Terapia con derivados del plasma: una bendición para los pacientes con enfermedades raras

Terapia con derivados del plasma: una bendición para los pacientes con enfermedades raras

Para el tratamiento de algunas enfermedades raras como la hemofilia, la terapia derivadas del plasma es eficaz. Existen numerosos estudios y ejemplos de la eficacia de las terapias basadas en la sangre para el tratamiento de enfermedades raras. Hoy en día, los pacientes con hemofilia pueden llevar una vida normal sin miendo a la hemofilia si son tratados con los productos derivados del plasma desde la infancia, utilizando un producto que se llama Factor VIII recombinante. El factor VIII recombinante se generalizó tras la finalización de los ensayos clínicos en 1994 y un estudio sueco descubrió que la esperanza de vida media de los hemofílicos aumentaba considerablemente al recibir la terapia derivada del plasma.

Además de utilizarse para el tratamiento de la hemofilia, los preparados sanguíneos y productos derivados del plasma también suelen emplearse para tratar a pacientes con inmunodeficiencia primaria. Según las estadísticas, la tasa de supervivencia de los pacientes con inmunodeficiencia primaria que han recibido la terapia derivada del plasma es del 94% después de 10 años, lo que ya se acerca mucho a la tasa de supervivencia de las personas normales.

Además de ser una bendición para los pacientes con enfermedades raras, las terapias derivadas del plasma también son muy eficaces para mejorar la calidad de vida y aumentar los beneficios económicos.

Por ejemplo, los pacientes con inmunodeficiencia primaria tienen una calidad de vida significativamente mejor cuando reciben gammaglobulina intravenosa (IGIV), y según las entrevistas los pacientes tienen una calidad de vida significativamente mejor al año de recibir IGIV que la que habrían tenido si no hubieran sido tratados con IGIV durante seis meses, y la mejora de la calidad de vida no sólo afecta al individuo sino también a la comunidad en general. El 60% de los pacientes con inmunodeficiencias primarias son casi siempre hospitalizados antes de ser diagnosticados y de recibir la terapia derivada de la sangre; después de recibir la terapia derivada de la sangre, la tasa de hospitalización se reduce al 25% y el número de días que los pacientes están enfermos desciende de una media de 20 días a 5 días. De 20 días a 5 días.

Además de la hemofilia y las inmunodeficiencias primarias mencionadas anteriormente, las terapias derivadas del plasma también se utilizan para tratar y aliviar muchas afecciones importantes, como la albúmina, que suele utilizarse para tratar la hipovolemia o el shock, las quemaduras, la hipoalbuminemia, la cirugía o el traumatismo, el bypass cardiopulmonar, el síndrome de dificultad respiratoria aguda, la hemodiálisis y muchas otras. Puede decirse que los preparados de sangre y las terapias derivadas del plasma son una bendición para los pacientes con enfermedades raras.